Viernes, 05 de time.september de 2014
Dra, Malke Aronovich London
- Mexico DF, (México)
Psicología
Psicología
El síndrome "nido vacío" está considerado como un estado transitorio más que duradero. Los efectos "nido vacío" sobre el bienestar son bastante ligeros y generalmente, desaparecen dos años después de que se produzca el acontecimiento. No hay ningún efecto de la transición sobre el bienestar físico y sí un efecto positivo sobre el bienestar psicológico. Sufrir esa transición fuera del tiempo en el que ésta se espera parece tener efectos adversos.
Para algunos padres, el momento de la emancipación del último hijo que vivía en casa, es una de las etapas de su vida de mayor vulnerabilidad.
Cuando los hijos inician su vuelo propio para dejar el nido, surge uno de los momentos, probabilísticamente, de mayor fragilidad desde el punto de vista psicológico.
Eso de que los padres están deseando que los hijos levanten el vuelo es discutible. Prueba de ello es que no pocas parejas siguen viviendo su marcha como un trauma, les cuesta hacerse a la idea y asumir de que sus hijos se han convertido en adultos, capaces de llevar una vida independiente y tener sus propias vidas.
El síndrome del nido vacio hace referencia al conjunto de emociones y sentimientos que experimentan los padres cuando los hijos se van de casa.
Los padres sienten que dejar de ser útiles y pueden cursar con ansiedad, desmotivación, tristeza, irritabilidad, insomnio, etc. En ocasiones pueden darse casos de depresión.
Aunque este síndrome puede afectar por igual al padre y a la madre, suele repercutir especialmente en la madre, sobre todo si no ha trabajado fuera del hogar y el cuidado de sus hijos no era únicamente su papel central, sino el exclusivo. Las resultas de esta situación, a menudo se producen en mujeres que no aprendieron a complacerse en sus vidas, porque pensaban, así se lo inculcaron sus padres, que su labor en el hogar era su misión fundamental, y no cuidaron de sí mismas o de buscar algunas compensaciones a tanto desvelo. Es lo mismo que puede ocurrir a aquellas personas que se dedican a cuidar a un enfermo (familiar, padre o hermano) durante toda su vida y que el día que éste se muere deja un vacío total en su existencia. Y, en definitiva, ¿Qué significa eso del Síndrome del nido vacío? Yo lo entiendo como una desadaptación, un mal afrontamiento de una situación social-actual, y que puede etiquetarse como un trastorno afectivo enmascarado, de características depresivas donde reinan los sentimientos de tristeza y de pérdida. Las mujeres que lo padecen muchas veces no son conscientes de lo que les pasa, sino que acuden a la consulta del médico por dolencias físicas, aunque suelen delatarse con expresiones como: "la casa está vacía", "me falta algo", "hay un silencio deshabitual", etc. El ser consciente de la situación es ya un paso hacia la adopción de medidas correctoras que supongan el afrontamiento de la situación.
nido_vac_o_blog2La actitud de la mujer ante el “nido vacío” es diferente según su estilo de vida. No es lo mismo trabajar fuera de casa, que hacerlo sólo dentro de ella.
Las madres que trabajan la emancipación de los hijos lo viven de forma más natural. Son madres con perspectivas laborales y proyectos personales, estas notarán igualmente la ausencia de sus hijos, pero su vida no cambiará tanto. Para las amas de casa que piensan que su vida pierde sentido cuando se quedan solas. Su trabajo ha girado siempre en torno a los hijos y con la marcha de éstos sus vidas sufren un cambio radical, se sienten más angustiadas y vacías. No saben que hacer.
El “síndrome” del nido vacío no es realmente una enfermedad, como el nombre sugeriría, sino que es más bien la respuesta emocional de un padre o una madre a la ausencia de sus hijos. El nido vacío es semejante a otras fases o transiciones de la vida. Toma tiempo acostumbrarse al cambio. No tome la retirada de sus hijos como la creación de un nido vacío. Considérelo como una oportunidad para explorar nuevos pasatiempos y actividades. Enseguida se presentan algunas sugerencias para hacer de la transición un proceso un poco más sencillo:
Aproveche su tiempo libre. Ahora que los hijos están fuera de la casa, puede sorprenderle la cantidad de tiempo libre que usted tiene. ¿Recuerde cuando ese tiempo era gastado en las cosas que los hijos querían hacer? ¡Ahora todo el tiempo libre es suyo! Encuentre un pasatiempo nuevo. Inscríbase para una clase de educación continua.
Únase a un club de lectura. Tome en cuenta el hecho de que el tiempo es ahora suyo y procúrese un buen uso.
Apóyese a su red de soporte. Usted puede tener amigos que experimenten sentimientos semejantes. Intenten contar el uno con el otro para ayuda y apoyo. Usted no tiene que pasar por la transición sólo(a).
Sea amable con usted mismo(a). Piense en maneras de hacer a un lado sus sentimientos del nido vacío. Hacer cosas agradables para usted mismo(a) le pueden hacer sentir mejor. Consiéntase a sí mismo(a) con algo que le guste. Mimarse a usted mismo(a) puede levantarle el espíritu y ayudarle a disfrutar la interrupción de sus deberes paternales/domésticos.
Si usted extraña el estar con los niños, ¡ofrézcase como voluntario(a)! Hay muchas organizaciones en la comunidad que sirven a niños y necesitan de adultos para ayudar. Busque una organización que le interese. Ser un voluntario(a) puede ser una manera maravillosa de compartir sus talentos con niños necesitados de la guía y del apoyo de un adulto.
Mantenga el contacto, pero mantenga su distancia. Obviamente usted querrá permanecer en contacto con sus hijos, pero no lo haga excesivamente. Sus niños se esfuerzan para lograr su independencia y tratan de lograr algo por sí solos. Sea sensible a sus metas y deseos. A menudo, hay que recurrir a malabares para involucrarse en la vida de su hijo(a), mas no ser excesivamente sobre protector. Trate de apartar tiempo una vez a la semana para que usted y sus hijos puedan convivir. Otra idea buena es aprovechar el correo electrónico. Los jóvenes a menudo prefieren utilizar este método de comunicación ya que es uno de los medios que ellos utilizan regularmente para comunicarse con sus amigos
Para algunos padres, el momento de la emancipación del último hijo que vivía en casa, es una de las etapas de su vida de mayor vulnerabilidad.
Cuando los hijos inician su vuelo propio para dejar el nido, surge uno de los momentos, probabilísticamente, de mayor fragilidad desde el punto de vista psicológico.
Eso de que los padres están deseando que los hijos levanten el vuelo es discutible. Prueba de ello es que no pocas parejas siguen viviendo su marcha como un trauma, les cuesta hacerse a la idea y asumir de que sus hijos se han convertido en adultos, capaces de llevar una vida independiente y tener sus propias vidas.
El síndrome del nido vacio hace referencia al conjunto de emociones y sentimientos que experimentan los padres cuando los hijos se van de casa.
Los padres sienten que dejar de ser útiles y pueden cursar con ansiedad, desmotivación, tristeza, irritabilidad, insomnio, etc. En ocasiones pueden darse casos de depresión.
Aunque este síndrome puede afectar por igual al padre y a la madre, suele repercutir especialmente en la madre, sobre todo si no ha trabajado fuera del hogar y el cuidado de sus hijos no era únicamente su papel central, sino el exclusivo. Las resultas de esta situación, a menudo se producen en mujeres que no aprendieron a complacerse en sus vidas, porque pensaban, así se lo inculcaron sus padres, que su labor en el hogar era su misión fundamental, y no cuidaron de sí mismas o de buscar algunas compensaciones a tanto desvelo. Es lo mismo que puede ocurrir a aquellas personas que se dedican a cuidar a un enfermo (familiar, padre o hermano) durante toda su vida y que el día que éste se muere deja un vacío total en su existencia. Y, en definitiva, ¿Qué significa eso del Síndrome del nido vacío? Yo lo entiendo como una desadaptación, un mal afrontamiento de una situación social-actual, y que puede etiquetarse como un trastorno afectivo enmascarado, de características depresivas donde reinan los sentimientos de tristeza y de pérdida. Las mujeres que lo padecen muchas veces no son conscientes de lo que les pasa, sino que acuden a la consulta del médico por dolencias físicas, aunque suelen delatarse con expresiones como: "la casa está vacía", "me falta algo", "hay un silencio deshabitual", etc. El ser consciente de la situación es ya un paso hacia la adopción de medidas correctoras que supongan el afrontamiento de la situación.
nido_vac_o_blog2La actitud de la mujer ante el “nido vacío” es diferente según su estilo de vida. No es lo mismo trabajar fuera de casa, que hacerlo sólo dentro de ella.
Las madres que trabajan la emancipación de los hijos lo viven de forma más natural. Son madres con perspectivas laborales y proyectos personales, estas notarán igualmente la ausencia de sus hijos, pero su vida no cambiará tanto. Para las amas de casa que piensan que su vida pierde sentido cuando se quedan solas. Su trabajo ha girado siempre en torno a los hijos y con la marcha de éstos sus vidas sufren un cambio radical, se sienten más angustiadas y vacías. No saben que hacer.
El “síndrome” del nido vacío no es realmente una enfermedad, como el nombre sugeriría, sino que es más bien la respuesta emocional de un padre o una madre a la ausencia de sus hijos. El nido vacío es semejante a otras fases o transiciones de la vida. Toma tiempo acostumbrarse al cambio. No tome la retirada de sus hijos como la creación de un nido vacío. Considérelo como una oportunidad para explorar nuevos pasatiempos y actividades. Enseguida se presentan algunas sugerencias para hacer de la transición un proceso un poco más sencillo:
Aproveche su tiempo libre. Ahora que los hijos están fuera de la casa, puede sorprenderle la cantidad de tiempo libre que usted tiene. ¿Recuerde cuando ese tiempo era gastado en las cosas que los hijos querían hacer? ¡Ahora todo el tiempo libre es suyo! Encuentre un pasatiempo nuevo. Inscríbase para una clase de educación continua.
Únase a un club de lectura. Tome en cuenta el hecho de que el tiempo es ahora suyo y procúrese un buen uso.
Apóyese a su red de soporte. Usted puede tener amigos que experimenten sentimientos semejantes. Intenten contar el uno con el otro para ayuda y apoyo. Usted no tiene que pasar por la transición sólo(a).
Sea amable con usted mismo(a). Piense en maneras de hacer a un lado sus sentimientos del nido vacío. Hacer cosas agradables para usted mismo(a) le pueden hacer sentir mejor. Consiéntase a sí mismo(a) con algo que le guste. Mimarse a usted mismo(a) puede levantarle el espíritu y ayudarle a disfrutar la interrupción de sus deberes paternales/domésticos.
Si usted extraña el estar con los niños, ¡ofrézcase como voluntario(a)! Hay muchas organizaciones en la comunidad que sirven a niños y necesitan de adultos para ayudar. Busque una organización que le interese. Ser un voluntario(a) puede ser una manera maravillosa de compartir sus talentos con niños necesitados de la guía y del apoyo de un adulto.
Mantenga el contacto, pero mantenga su distancia. Obviamente usted querrá permanecer en contacto con sus hijos, pero no lo haga excesivamente. Sus niños se esfuerzan para lograr su independencia y tratan de lograr algo por sí solos. Sea sensible a sus metas y deseos. A menudo, hay que recurrir a malabares para involucrarse en la vida de su hijo(a), mas no ser excesivamente sobre protector. Trate de apartar tiempo una vez a la semana para que usted y sus hijos puedan convivir. Otra idea buena es aprovechar el correo electrónico. Los jóvenes a menudo prefieren utilizar este método de comunicación ya que es uno de los medios que ellos utilizan regularmente para comunicarse con sus amigos