Viernes, 05 de time.september de 2014
Psicóloga Jessica Topel Campos - Terapia Virtual
- Heredia, (Costa Rica)
Psicología
Psicología
Los seres humanos somos entes biopsicosociales por naturaleza, esto quiere decir que lo biológico, lo psicológico y lo social se manifiestan simultáneamente en el devenir cotidiano de cada uno de nosotros, por lo que resulta de gran importancia fomentar el balance entre cuerpo y mente en función de prevenir perturbaciones en esa triangulación que nos permite ser quienes somos y a su vez socializar con nuestro entorno.
La Salud Mental o “estado mental” se define como el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural, lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. En este sentido, para alimentar nuestra salud mental se puede empezar desde adoptar una actitud positiva ante los problemas que se presentan a diario, así, preparas tu mente para que funcione de una mejor manera, reduciendo el estrés, disminuyendo el riesgo de obtener enfermedades y desarrollando mejores habilidades de afrontamiento. Es mejor entonces “ver el vaso de agua medio lleno, en lugar de medio vacío”.
En pocas palabras, la actitud positiva nutre la mente, y para poder desempeñar nuestra función en la vida, necesitamos también que nuestros sistemas biológicos funcionen correctamente, ya que la salud física afecta la capacidad de trabajar de la mejor manera. Un balance adecuado entre cuerpo y mente, permite al individuo trabajar en función de lo que se proponga, que cambie su perspectiva de ver las cosas para poder lograr lo que desea y además sentirse saludable.
Juvenal cita “Mens sana in corpore sano”, refiriéndose a lo vital que es conseguir esta armoniosa dualidad cuerpo-mente, en pro de una vida saludable a través de la actividad física, tomando el cuerpo como una condición para lo mental, por lo que el ejercicio físico es necesario para lograr el bienestar y calidad de vida que deseamos.
Cabe destacar que existen corrientes que conducen a lograr tal armonía, la Psicoterapia por ejemplo brinda herramientas para aprender habilidades para la vida con el fin de promover conductas asertivas ante las situaciones o problemas que se nos plantean día a día, así como también permite el entrenamiento en técnicas de relajación y respiración, control de las emociones, manejo del estrés, control de estados de ansiedad y depresión.
La Psicoterapia no siempre debe ser correctiva, también puede ser preventiva, ya que se pueden aprender nuevas formas de pensar, sentir y actuar, para afrontar situaciones cotidianas (problemas personales, familiares y de pareja, estrés, miedo, depresión, duelo o pérdida, entre otros) generando así una mejor calidad de vida y salud mental. La terapia es para todos. No hay edad, genero, oficio, profesión, nivel económico, ni nada, que limite la posibilidad de recurrir a la terapia psicológica.
El tercer elemento clave para mantener una salud integral es el Espíritu (o espiritualidad), se puede definir como la conexión que una persona tiene individualmente con otra, un sistema de valores personal y la búsqueda por el significado de la vida, y no únicamente está relacionada con alguna religión o sistema de creencias. Esta fuente de significado y de entendimiento que tenemos de nosotros mismos en relación con nuestro mundo, se encuentra vinculada con el entendimiento que cada individuo tiene de por qué esta aquí, de ahí que cada sujeto experimenta la espiritualidad a su manera. Las personas que tienen algún propósito en la vida han demostrado ser más saludables y más felices que aquéllas que no lo tienen, de ahí la importancia de alimentar nuestra salud espiritual.
Algunas recomendaciones aplicables en la vida cotidiana para favorecer la comunicación entre cuerpo, mente y espíritu son:
• Pensar positivamente.
• Alimentarse sanamente, nuestro cuerpo es lo único que nos pertenece, y conociendo la materia de la alimentación podemos cuidarlo.
• Hacer algún tipo de actividad física o deporte para recuperar y/o mantener nuestra forma física y también como un constructor de valores positivos en nuestra vida.
• Proporcionar a nuestro cuerpo tiempo para descansar y restablecerse, durmiendo como mínimo 8 horas diarias.
• Aprender ejercicios de relajación y respiración.
• Dedicar tiempo a actividades recreativas, como leer algún libro, salir con amigos, hacer algún hobbie u otra actividad que nos reconforte.
• Profundizar el conocimiento de nosotros mismos, nuestras fortalezas y debilidades, en pro de lograr identificar qué situaciones nos hacen perder la serenidad (y poder evitarlas), o saber cómo actuar sin perder la calma cuando no se pueden evitar.
El fenómeno entonces de lograr la sinergia entre cuerpo, mente y espíritu, radica en la importancia del equilibrio mencionada anteriormente, es el contemplar al ser humano como un ser multidisciplinario e integral que necesita de dicha cooperación entre los tres aspectos para que esto traiga como consecuencia el alcanzar cosas superiores, tomando en cuenta que para mantener ese equilibrio se requiere desarrollar un estilo de vida saludable.
Con la finalidad de integrar la información, resulta excelente la siguiente frase: “La salud y el bienestar total requieren más que sólo el control de la salud mental. La salud y el bienestar total necesitan equilibrio corporal, mental y espiritual”.
Dra. Jessica Topel Campos
Universidad de Costa Rica
+506 7203 9615
La Salud Mental o “estado mental” se define como el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural, lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. En este sentido, para alimentar nuestra salud mental se puede empezar desde adoptar una actitud positiva ante los problemas que se presentan a diario, así, preparas tu mente para que funcione de una mejor manera, reduciendo el estrés, disminuyendo el riesgo de obtener enfermedades y desarrollando mejores habilidades de afrontamiento. Es mejor entonces “ver el vaso de agua medio lleno, en lugar de medio vacío”.
En pocas palabras, la actitud positiva nutre la mente, y para poder desempeñar nuestra función en la vida, necesitamos también que nuestros sistemas biológicos funcionen correctamente, ya que la salud física afecta la capacidad de trabajar de la mejor manera. Un balance adecuado entre cuerpo y mente, permite al individuo trabajar en función de lo que se proponga, que cambie su perspectiva de ver las cosas para poder lograr lo que desea y además sentirse saludable.
Juvenal cita “Mens sana in corpore sano”, refiriéndose a lo vital que es conseguir esta armoniosa dualidad cuerpo-mente, en pro de una vida saludable a través de la actividad física, tomando el cuerpo como una condición para lo mental, por lo que el ejercicio físico es necesario para lograr el bienestar y calidad de vida que deseamos.
Cabe destacar que existen corrientes que conducen a lograr tal armonía, la Psicoterapia por ejemplo brinda herramientas para aprender habilidades para la vida con el fin de promover conductas asertivas ante las situaciones o problemas que se nos plantean día a día, así como también permite el entrenamiento en técnicas de relajación y respiración, control de las emociones, manejo del estrés, control de estados de ansiedad y depresión.
La Psicoterapia no siempre debe ser correctiva, también puede ser preventiva, ya que se pueden aprender nuevas formas de pensar, sentir y actuar, para afrontar situaciones cotidianas (problemas personales, familiares y de pareja, estrés, miedo, depresión, duelo o pérdida, entre otros) generando así una mejor calidad de vida y salud mental. La terapia es para todos. No hay edad, genero, oficio, profesión, nivel económico, ni nada, que limite la posibilidad de recurrir a la terapia psicológica.
El tercer elemento clave para mantener una salud integral es el Espíritu (o espiritualidad), se puede definir como la conexión que una persona tiene individualmente con otra, un sistema de valores personal y la búsqueda por el significado de la vida, y no únicamente está relacionada con alguna religión o sistema de creencias. Esta fuente de significado y de entendimiento que tenemos de nosotros mismos en relación con nuestro mundo, se encuentra vinculada con el entendimiento que cada individuo tiene de por qué esta aquí, de ahí que cada sujeto experimenta la espiritualidad a su manera. Las personas que tienen algún propósito en la vida han demostrado ser más saludables y más felices que aquéllas que no lo tienen, de ahí la importancia de alimentar nuestra salud espiritual.
Algunas recomendaciones aplicables en la vida cotidiana para favorecer la comunicación entre cuerpo, mente y espíritu son:
• Pensar positivamente.
• Alimentarse sanamente, nuestro cuerpo es lo único que nos pertenece, y conociendo la materia de la alimentación podemos cuidarlo.
• Hacer algún tipo de actividad física o deporte para recuperar y/o mantener nuestra forma física y también como un constructor de valores positivos en nuestra vida.
• Proporcionar a nuestro cuerpo tiempo para descansar y restablecerse, durmiendo como mínimo 8 horas diarias.
• Aprender ejercicios de relajación y respiración.
• Dedicar tiempo a actividades recreativas, como leer algún libro, salir con amigos, hacer algún hobbie u otra actividad que nos reconforte.
• Profundizar el conocimiento de nosotros mismos, nuestras fortalezas y debilidades, en pro de lograr identificar qué situaciones nos hacen perder la serenidad (y poder evitarlas), o saber cómo actuar sin perder la calma cuando no se pueden evitar.
El fenómeno entonces de lograr la sinergia entre cuerpo, mente y espíritu, radica en la importancia del equilibrio mencionada anteriormente, es el contemplar al ser humano como un ser multidisciplinario e integral que necesita de dicha cooperación entre los tres aspectos para que esto traiga como consecuencia el alcanzar cosas superiores, tomando en cuenta que para mantener ese equilibrio se requiere desarrollar un estilo de vida saludable.
Con la finalidad de integrar la información, resulta excelente la siguiente frase: “La salud y el bienestar total requieren más que sólo el control de la salud mental. La salud y el bienestar total necesitan equilibrio corporal, mental y espiritual”.
Dra. Jessica Topel Campos
Universidad de Costa Rica
+506 7203 9615