Miércoles, 22 de abril de 2020
Hola Gladys. Luego de un divorcio muchas parejas suelen confundir los conceptos (y procesos) de "separación" y "desvinculación". La separación hace referencia básicamente a la distancia física e incluso geográfica entre los cónyuges. Al firmar una sentencia de divorcio, legalmente el estado reconoce también el mayor nivel de independencia de cada uno. Es decir, "lo que yo haga ya no tiene por qué perjudicarte puesto que ya no existe el contrato que nos mantenía unidos." La desvinculación, por otro lado, es el proceso emocional por el que se atraviesa para disminuir la intensidad de las emociones que hacen que nos sintamos "unidos" o "ligados" con la otra persona, además de que implica atravesar por un duelo. Social y culturalmente se cree que cuando dos personas se separan (o firman el divorcio) es porque ya terminaron de completar el proceso de desvinculación (de lo contrario no se divorciarían - piensa la gente), y ya están listos para divorciarse o separarse. Cada uno de estos procesos implica ciertos pasos y lleva su tiempo, y no siempre coinciden de la manera más armoniosa. Por otro lado, y para dificultar más las cosas, un duelo no superado o la presencia de emociones negativas también contribuyen a incrementar el nivel de vinculación emocional. Cuando un duelo no se procesa, uno se queda estancado en la añoranza, en "todo lo que pudo haber sido" o "todo lo que faltó por vivir". De igual forma, el odio y el resentimiento son pegamentos muy fuertes que evitan que la persona le dé vuelta a la página y pueda consolidar una sana desvinculación. Si te sientes identificada con algo de lo aquí expresado, y si ya has tratado de superarlo sin mucho éxito, lo que te sugiero es que busques apoyo profesional. Dudas, comentarios o debates puedes escribirme al correo preguntame@josemanuellomeli.com donde con gusto te responderé a la brevedad. Espero mi respuesta te sea de ayuda. Saludos