Viernes, 31 de mayo de 2019
Hola Nayary. Suena a una situación muy estresante. Curiosamente, no mencionas como respondieron ustedes a sus agresiones físicas (puñetazos y patadas). La conductas agresivas no suceden de la noche a la mañana. Un adolescente respetuoso y tranquilo no despierta un día y "decide" ser violento. Por lo general se trata de un incremento gradual, donde la persona agresora va "midiendo" hasta donde puede llegar con su agresión. Si hay límites firmes desde un inicio, la conducta no escala a grados mayores. Me da la impresión que las únicas estrategias que tienen es quitarle la tecnología o prohibirle hacer las cosas que le agradan. De ser así, sus catálogo de estrategias disciplinarias parece muy limitado. De igual forma, las consecuencias que se utilicen como medidas educativas deben tener al menos 4 características: 1. fomentar el aprendizaje por medio de la reparación o el resarcimiento. 2. promover el vínculo con la persona afectada. 3. Ser proporcionales con respecto a la falta cometida. 4. Haber un seguimiento para evaluar el cambio de actitud. Castigarle la tecnología no se apega a estos criterios. Si yo choco contra tu automóvil, causándole un daño considerable, y mi "castigo" es que no pueda usar mi teléfono celular por varios meses... ¿qué habré aprendido sobre no manejar de forma imprudente? Quizás el no distraerme con el celular mientras conduzco, pero eso no me enseña responsabilidad. Si el comportamiento de tu hijo ya ha escalado a niveles de agresión física contra ustedes es importante que busquen ayuda especializada, pues al parecer la situación los empieza a rebasar. Es necesario que encuentran la manera de poner límites más firmes y congruentes para inculcar respeto y responsabilidad, para evitar que el problema se agrave. Sentirse culpable no ayuda mucho, lo necesario es sentirse responsable y emprender alguna acción que ayude a resolver la situación. Saludos