Viernes, 26 de octubre de 2018
Hola Juan. Antes de responder a tu pregunta creo que es importante aclarar que el término "sucio" puede tener dos significados en este contexto. El primer significado sería lo opuesto a "limpio", el segundo significado sería lo opuesto a lo "correcto" en un sentido moral. Partiendo de esta distinción, el asco es una emoción que se experimenta cuando nos encontramos frente a algo que, de ser ingerido, puede dañar nuestra salud (por ejemplo una fruta en estado de descomposición). En este caso, nuestro sentido del gusto está programado para repeler aquello que parece dañino. Nos negamos a consumirlo pues consideramos que puede causarnos un daño. Ahora, el asco es una sensación que puede llevarse más allá del plano sensorial y usarla en el plano intelectual. La frase: "me dan asco tus mentiras", conlleva una aversión muy grande hacia una conducta que se considera perjudicial. Por tanto, usamos el término asco para referirnos a conductas que hemos aprendido a asociar con algo nocivo (sin que necesariamente lo sean). Entonces, si tu pregunta se refiere al plano sensorial, tener contacto con los fluidos corporales (el olor, la textura, etc.) es algo que a muchas personas les genera una sensación desagradable (que puede llegar al asco) por considerarlo opuesto a la limpieza (sí, el semen mancha). Sin embargo, esto no significa que sean dañinos. Son muy escasas las probabilidades de que tus propios fluidos te provoquen algún daño. Por otra parte, ciertos mensajes educativos y ciertas actitudes en torno a la sexualidad han aprendido a darle una connotación de suciedad (como sinónimo de pecaminosa). En este sentido, la masturbación no tiene nada de sucio, anormal ni mucho menos peligroso. Sin embargo, si tus experiencias sexuales están creando conflicto con ciertos valores que aprendiste a defender, te sugiero lo trabajes en una psicoterapia para disminuir el malestar que esto te llegue a generar. Saludos