Viernes, 25 de noviembre de 2016
Estimada Olga:
Que los hijos obedezcan no es una tarea fácil, ya que genera una pugna entre los deseos del niño y los del padre o la madre y se requiere de mucha paciencia y un aprendizaje continuo, pues obedecer implica que el niño deje a un lado sus propios deseos, tolerar la frustración y hacer lo que se les está ordenando.El diálogo, el tacto y la comprensión ayudan para que los padres estén menos enojados cuando los hijos no hacen caso y puedan enfocar su energía hacia una dirección más positiva. Existen muchas técnicas psicológicas para asesorar a los padres en la obediencia de los hijos y algunas de las que funcionan siempre es escucharlos, saber que piensan y sienten.
Saludos,
Lic. Maricela Arvizu Alejo, San Pedro Garza García, Nuevo León, México.