Esteban Rodríguez, PhD(c), MSc, MA

Al iniciar el coaching llegamos como pareja con una decisión de vida en la que parecía no íbamos a poder llegar a un acuerdo, esa decisión de vida implicaría con cualquiera de las opciones que se tomara la finalización de la relación o un deterioro muy importante de la misma. Partiendo de una buena predisposición, de un deseo genuino de querer lo mejor para la pareja primero y para la relación después, hemos avanzado primero de manera individual y luego como pareja durante varios meses. A lo largo de este proceso y en la etapa en que nos encontramos ahora, hemos podido ir aclarando intereses y prioridades personales y de pareja. Esto nos ha permitido priorizar temas y llegar a acuerdos mínimos que nos hagan posible una convivencia en paz y retadora. Actualmente miramos y construimos un futuro juntos con más certezas que incertidumbres. Es muy probable que sin el soporte del coaching el desenlace de esta historia hubiese sido diferente.

En el grupo de apoyo terapéutico como integrante de éste he aprendido a no desistir ante ningún obstáculo, a tener una oportunidad de crecimiento, con paciencia y valor me ha ayudado a vencer las dificultades más dolorosas y a triunfar en las situaciones más difíciles, a compartir sin ninguna condición ya que el corazón tiene esta necesidad, a superar enormes obstáculos y seguir adelante para lograr el fin. Con inmensa gratitud.

Mirar la vida con altivez y una sonrisa es el resultado de asistir a terapia: hoy me conozco un poquito, sé que soy valiente, aprendí a quererme aceptando vivir con cáncer, mi nueva realidad, vivir día a día con esperanza valorando las pequeñas cosas que al final del día se vuelven grandes, importantes…

Me llamo Ximena Palacios, me considero una sobreviviente del cáncer, en estos últimos 3 años he estado asistiendo al grupo de apoyo dirigido por el Dr. Esteban Rodríguez al cual le agradezco de todo corazón por su labor desinteresada y digna de imitar. En todo este tiempo que he asistido al grupo he podio comprender muchas cosas que me han ayudado a llevar una vida más tranquila buscando lo bueno aún en tiempos malos, he tratado de mantener la esperanza en todo momento usando la buena energía para concentrarme en mi propio bienestar. Mi vida ha cambiado para siempre, sé que nada volverá a ser igual pero gracias a Dios y al grupo de apoyo soy una mejor persona, he podido entender muchas actitudes erradas que no me dejaban ser libre, ahora puedo manejar mucho mejor cualquier problema que se pudiera presentar, siento que tengo fortaleza que no sabía que tenía y una nueva vida que Dios me ha regalado. He aprendido también que de nuestra actitud depende mucho el poder vivir más tiempo, tenemos que llevar una vida activa, siempre sonriendo sin dejar que nada perturbe nuestra paz, sin deprimirnos ni entristecernos y disfrutando de cada instante con nuestra familia, mis amigos, trabajo, la naturaleza, etc.

Esteban representó una parte en mi vida en la que necesitaba ser escuchada sin reproches, ni críticas. Él se convirtió en esa persona con la que pude hablar, auto analizarme y meditar sobre mi propia existencia. Cada terapia me brindó la oportunidad de tomarme el tiempo que necesitaba para reflexionar, amarme y respetarme a mí misma.

Deseo expresarle mis sentimientos de gratitud y un profundo agradecimiento por ayudarme a superar el dolor tan grande que provocó la muerte de mi madre. No sólo superé el duelo sino que con sus conocimientos poco a poco puso el anzuelo y sacó todos los traumas y sufrimientos que sin saber los había guardado en mí. Logré la superación personal integral y ahora me siento fortalecida para enfrentar cualquier cosa que Dios ponga en mi camino.

Cada sesión es un recorrido donde se amplían los horizontes a lo que aparentemente no tiene salida, encontrando una variedad de opciones para ello, descubriendo motivaciones más relevantes, y experimentando una alegría muy íntima para vivir a plenitud.

En el año 2014 mi pareja y yo, buscamos ayuda psicológica con el Dr. Esteban, sin embargo, debido a nuestro inesperado cambio de ciudad, después de nuestra primera sesión, nos fue imposible continuar. En el año 2020 después de haber acudido a varios profesionales y motivados por la confianza que el Dr. Esteban nos proyectaba, decidimos retomar la terapia desde nuestra ciudad. En este proceso de autoconocimiento e introspección, nos permitimos dar un giro en nuestras decisiones de manera más consciente y responsable. Como Psicóloga, siempre tuve presente la responsabilidad de trabajar mis aspectos personales durante mi etapa de estudio y en el ejercicio de la profesión, sin embargo, siempre quedaban aspectos flotantes y, me era muy difícil confiar en un profesional que no cumpliera con mis expectativas; que dejara de lado la falsa ilusión respecto al profesional en psicología, que siempre tiende a ser idealizado y del cual se espera lleve una vida perfecta, sin mostrar en absoluto sus debilidades con el fin de no ser “juzgado” evaluado o etiquetado por otro psicólogo o la sociedad. El Dr. Esteban representó para mí, CONFIANZA, alguien que me escuchó sin juzgarme, dejando fluir mi naturaleza de análisis como mi propia herramienta para encontrarme, sin imponer, prejuzgar o satanizar. Gracias a la humanidad y empatía del Dr. Esteban frente al cambio profundo que hice en mi vida, pude continuar con mi proceso de aprendizaje y evolución personal. Que fue una experiencia muy enriquecedora, tanto a nivel profesional; ya que pude palpar la realidad como “paciente” la cual suele ser a veces pasiva, otras activa, de muchas expectativas e idealizaciones; Y a nivel personal porque con ayuda del Dr. Esteban, entendí y descifré como las experiencias de mi infancia solo fueron parte del camino de la evolución, aceptando mis debilidades, pero también mis fortalezas. Una vez reintegradas estas experiencias a mi historia de vida, de forma natural y compasiva, me es posible tomar decisiones más responsables, considerando siempre mi autoprotección y cuidado, con base en el respeto como límite propio, con una cosmovisión menos aberrada y más flexible. ¡Muchas gracias, Dr. Esteban!