Miércoles, 06 de noviembre de 2013
Psicocrece
- Puebla, (México)
Psicología
1.COMPROMÉTETE: la terapia sexual es como cualquier actividad que uno inicia con el deseo de obtener resultados. Es igual que aprender a tocar un instrumento musical: mientras más practiques, notarás que tu desempeño mejora en varios aspectos (conocimiento, resistencia, facilidad en la ejecución, capacidad para disfrutar más de la actividad y relajarse), entre otros.
2.DEJA DE POSPONER LA DECISIÓN: las estadísticas indican que las personas suelen demorar alrededor de 1 año antes de acudir con un sexólogo o terapeuta sexual. Esperar que una disfunción sexual se resuelva sola, muchas veces es como esperar que el coche se arregle sin tener que llevarlo al taller. Incluso, dejar que el tiempo pase puede empeorar la situación. Si la causa de tu problema es física (por ejemplo: una hernia, principios de diabetes o un tumor) puedes estar perdiendo un tiempo valioso, y el tratamiento te puede resultar después más tardado y costoso.
3.DEJA QUE EL ESPECIALISTA DECIDA EL MEJOR MOMENTO PARA UNA TERAPIA SEXUAL: antes de iniciar una terapia sexual se debe garantizar que existan las condiciones óptimas para hacerlo. Si algún aspecto de tu salud física no está bien, quizás se requiera iniciar primero con algún medicamento. De igual forma, muchas parejas están tan conflictuadas y llenas de resentimiento, que iniciar con una terapia sexual (sin haber trabajado previamente las causas del enojo o del conflicto mayor) sería contraproducente.
4.SI ES POSIBLE, ASISTE CON TU PAREJA: la actividad sexual es algo que, por lo común, se practica con otra persona. Muchos problemas que se presentan en la vida sexual de las personas se relacionan con la forma en que interactúan con su pareja. Enojos, resentimientos, chantajes, reclamos, juicios y peleas son aspectos que requieren la voluntad y participación de ambas partes para que el erotismo mejore.
5. UN SEXÓLOGO NO ES UN MAGO NI UN "SEMIDIÓS" DEL SEXO: a veces se ve a los terapeutas sexuales como si tuvieran el poder de Zeus; la sabiduría de Atenea; la voluptuosidad de Afrodita; la fuerza y el ímpetu de Ares, y la ternura de Cupido. Un terapeuta jamás logrará convertirte en un "imán sexual" y menos como por arte de magia. Una vida sexual plena se logra con el aprendizaje, el cual surge cuando te permites tener nuevas experiencias, con un enfoque diferente y dejas de aferrarte a un resultado específico.
6.EL OBJETIVO DE UNA TERAPIA SEXUAL NO ES CONVERTIRTE EN UNA "MÁQUINA SEXUAL": un terapeuta sexual no es como un entrenador deportivo que se preocupa por mejorar tu resistencia física, ni que monitorea tu desempeño sexual cada cierto tiempo exigiéndote dar cada vez "más y mejor". El terapeuta te ayudará a entender de manera más clara y precisa las causas de tu problema sexual, a tener una visión más humana de ti mismo, así como a disfrutar de la sexualidad de una manera más realista, así como menos exigente y estereotipada.
7.NO MIENTAS CON LA INTENCIÓN DE IMPRESIONAR O ENGAÑAR AL TERAPEUTA: distorsionar información puede entorpecer el éxito de una terapia, además de que puedes alargar el proceso de manera innecesaria.
8.CIERTOS SECRETOS PUEDEN DIFICULTAR LA TERAPIA SEXUAL: esto va muy ligado con el punto anterior. Existen ocasiones en las que ocultar información vital impide lograr una mejoría. Por ejemplo, esconder que jamás has sentido un orgasmo, encubrir que existe otra pareja sexual o disimular que algo te agrada cuando en realidad te está generando dolor. Si pretendes engañar a los demás, pregúntate primero cuál será la razón por la que temes hablar con sinceridad.
9.NO OLVIDES HACER LOS EJERCICIOS EN CASA: la terapia sexual es una modalidad donde el especialista le pide a la persona realizar una serie de ejercicios en casa (mucha gente las conoce como las famosas "tareas sexuales"). Estos ejercicios tienen un objetivo específico, además de que, en ocasiones, se deben respetar algunos lineamientos o pasos. Evitar las "tareas" es como esperar dominar un idioma extranjero en poco tiempo, acudiendo a clase una vez por semana y sin practicarlo cuando se está fuera de la escuela. Esto probablemente te exija apartar un horario específico donde nadie te moleste. Créeme, vale la pena el esfuerzo.
10.EN CASO DE DUDA, LO MEJOR ES PREGUNTAR: si algo del ejercicio que te indicaron hacer no te quedó claro, pregunta y aclara tu duda. Muchos pacientes dejan de hacer las "tareas" porque no le encuentran sentido o porque no entendieron qué era lo que tenían que lograr. Otras veces, las personas se decepcionan porque el ejercicio no les está funcionando, y al buscar las causas se descubre que no habían entendido claramente lo que tenían que hacer, o lo estaban haciendo mal.
11.LAS TAREAS NO SON EL ÚNICO TEMA DE CONVERSACIÓN DURANTE LAS SESIONES: las "tareas" son un punto importante de la terapia sexual, pero no son el único. Hablar de mitos, de la forma en que se manejó la educación sexual en tu casa, de los sentimientos que todo esto te genera (culpa, vergüenza, enojo, etc.) también son aspectos importantes que ayudan a resolver el problema. Si estás dudando hablar sobre algo en particular, seguramente es porque vale la pena comentarlo.
12.EVITA LAS ACUSACIONES: si algo no marcha bien en tu vida sexual, es responsabilidad tuya buscar la mejor manera de cambiarlo. Culpar a tu pareja, a tus padres o a tu educación sólo hará que te sientas resentido y te dará el pretexto perfecto para evitar hacerte cargo de ti mismo.
13.PIENSA EN LAS POSIBLES CONSECUENCIAS QUE UNA TERAPIA SEXUAL PUEDE LLEGAR A TENER: iniciar un proceso de cambio suele implicar ventajas y desventajas. Esto es especialmente delicado cuando hay secretos dolorosos de por medio. Por ejemplo, si sufriste de abuso o violencia sexual en el pasado, y esto te está causando problemas a nivel sexual en la actualidad porque tu pareja no lo sabe, piensa en la forma cómo revelar esta información podría afectar tu relación. De igual forma, cualquier otra información especialmente sensible debe ser evaluada para estar seguros que los beneficios serán mayores que los costos.
14.UN PROBLEMA SEXUAL TIENE EFECTOS SOBRE OTRAS ÁREAS DE LA VIDA COTIDIANA: muchas veces los problemas nos acompañan a donde vamos, y se rehúsan a quedarse en la alcoba que es donde comúnmente se presentan. Así, un hombre puede tener dificultades para concentrarse en su trabajo debido a lo preocupado que está debido a que no ha podido "rendir" últimamente con su pareja como él quisiera. La terapia es un buen lugar donde hablar de todas estas consecuencias.
Psicología
Por Psic. José Manuel Lomelí
Sexólogo y Terapeuta Sexual
1.COMPROMÉTETE: la terapia sexual es como cualquier actividad que uno inicia con el deseo de obtener resultados. Es igual que aprender a tocar un instrumento musical: mientras más practiques, notarás que tu desempeño mejora en varios aspectos (conocimiento, resistencia, facilidad en la ejecución, capacidad para disfrutar más de la actividad y relajarse), entre otros.
2.DEJA DE POSPONER LA DECISIÓN: las estadísticas indican que las personas suelen demorar alrededor de 1 año antes de acudir con un sexólogo o terapeuta sexual. Esperar que una disfunción sexual se resuelva sola, muchas veces es como esperar que el coche se arregle sin tener que llevarlo al taller. Incluso, dejar que el tiempo pase puede empeorar la situación. Si la causa de tu problema es física (por ejemplo: una hernia, principios de diabetes o un tumor) puedes estar perdiendo un tiempo valioso, y el tratamiento te puede resultar después más tardado y costoso.
3.DEJA QUE EL ESPECIALISTA DECIDA EL MEJOR MOMENTO PARA UNA TERAPIA SEXUAL: antes de iniciar una terapia sexual se debe garantizar que existan las condiciones óptimas para hacerlo. Si algún aspecto de tu salud física no está bien, quizás se requiera iniciar primero con algún medicamento. De igual forma, muchas parejas están tan conflictuadas y llenas de resentimiento, que iniciar con una terapia sexual (sin haber trabajado previamente las causas del enojo o del conflicto mayor) sería contraproducente.
4.SI ES POSIBLE, ASISTE CON TU PAREJA: la actividad sexual es algo que, por lo común, se practica con otra persona. Muchos problemas que se presentan en la vida sexual de las personas se relacionan con la forma en que interactúan con su pareja. Enojos, resentimientos, chantajes, reclamos, juicios y peleas son aspectos que requieren la voluntad y participación de ambas partes para que el erotismo mejore.
5. UN SEXÓLOGO NO ES UN MAGO NI UN "SEMIDIÓS" DEL SEXO: a veces se ve a los terapeutas sexuales como si tuvieran el poder de Zeus; la sabiduría de Atenea; la voluptuosidad de Afrodita; la fuerza y el ímpetu de Ares, y la ternura de Cupido. Un terapeuta jamás logrará convertirte en un "imán sexual" y menos como por arte de magia. Una vida sexual plena se logra con el aprendizaje, el cual surge cuando te permites tener nuevas experiencias, con un enfoque diferente y dejas de aferrarte a un resultado específico.
6.EL OBJETIVO DE UNA TERAPIA SEXUAL NO ES CONVERTIRTE EN UNA "MÁQUINA SEXUAL": un terapeuta sexual no es como un entrenador deportivo que se preocupa por mejorar tu resistencia física, ni que monitorea tu desempeño sexual cada cierto tiempo exigiéndote dar cada vez "más y mejor". El terapeuta te ayudará a entender de manera más clara y precisa las causas de tu problema sexual, a tener una visión más humana de ti mismo, así como a disfrutar de la sexualidad de una manera más realista, así como menos exigente y estereotipada.
7.NO MIENTAS CON LA INTENCIÓN DE IMPRESIONAR O ENGAÑAR AL TERAPEUTA: distorsionar información puede entorpecer el éxito de una terapia, además de que puedes alargar el proceso de manera innecesaria.
8.CIERTOS SECRETOS PUEDEN DIFICULTAR LA TERAPIA SEXUAL: esto va muy ligado con el punto anterior. Existen ocasiones en las que ocultar información vital impide lograr una mejoría. Por ejemplo, esconder que jamás has sentido un orgasmo, encubrir que existe otra pareja sexual o disimular que algo te agrada cuando en realidad te está generando dolor. Si pretendes engañar a los demás, pregúntate primero cuál será la razón por la que temes hablar con sinceridad.
9.NO OLVIDES HACER LOS EJERCICIOS EN CASA: la terapia sexual es una modalidad donde el especialista le pide a la persona realizar una serie de ejercicios en casa (mucha gente las conoce como las famosas "tareas sexuales"). Estos ejercicios tienen un objetivo específico, además de que, en ocasiones, se deben respetar algunos lineamientos o pasos. Evitar las "tareas" es como esperar dominar un idioma extranjero en poco tiempo, acudiendo a clase una vez por semana y sin practicarlo cuando se está fuera de la escuela. Esto probablemente te exija apartar un horario específico donde nadie te moleste. Créeme, vale la pena el esfuerzo.
10.EN CASO DE DUDA, LO MEJOR ES PREGUNTAR: si algo del ejercicio que te indicaron hacer no te quedó claro, pregunta y aclara tu duda. Muchos pacientes dejan de hacer las "tareas" porque no le encuentran sentido o porque no entendieron qué era lo que tenían que lograr. Otras veces, las personas se decepcionan porque el ejercicio no les está funcionando, y al buscar las causas se descubre que no habían entendido claramente lo que tenían que hacer, o lo estaban haciendo mal.
11.LAS TAREAS NO SON EL ÚNICO TEMA DE CONVERSACIÓN DURANTE LAS SESIONES: las "tareas" son un punto importante de la terapia sexual, pero no son el único. Hablar de mitos, de la forma en que se manejó la educación sexual en tu casa, de los sentimientos que todo esto te genera (culpa, vergüenza, enojo, etc.) también son aspectos importantes que ayudan a resolver el problema. Si estás dudando hablar sobre algo en particular, seguramente es porque vale la pena comentarlo.
12.EVITA LAS ACUSACIONES: si algo no marcha bien en tu vida sexual, es responsabilidad tuya buscar la mejor manera de cambiarlo. Culpar a tu pareja, a tus padres o a tu educación sólo hará que te sientas resentido y te dará el pretexto perfecto para evitar hacerte cargo de ti mismo.
13.PIENSA EN LAS POSIBLES CONSECUENCIAS QUE UNA TERAPIA SEXUAL PUEDE LLEGAR A TENER: iniciar un proceso de cambio suele implicar ventajas y desventajas. Esto es especialmente delicado cuando hay secretos dolorosos de por medio. Por ejemplo, si sufriste de abuso o violencia sexual en el pasado, y esto te está causando problemas a nivel sexual en la actualidad porque tu pareja no lo sabe, piensa en la forma cómo revelar esta información podría afectar tu relación. De igual forma, cualquier otra información especialmente sensible debe ser evaluada para estar seguros que los beneficios serán mayores que los costos.
14.UN PROBLEMA SEXUAL TIENE EFECTOS SOBRE OTRAS ÁREAS DE LA VIDA COTIDIANA: muchas veces los problemas nos acompañan a donde vamos, y se rehúsan a quedarse en la alcoba que es donde comúnmente se presentan. Así, un hombre puede tener dificultades para concentrarse en su trabajo debido a lo preocupado que está debido a que no ha podido "rendir" últimamente con su pareja como él quisiera. La terapia es un buen lugar donde hablar de todas estas consecuencias.