El encuentro con uno mismo

Las personas diariamente vivimos un ritmo de acontecimientos o situaciones que implican y ponen en juego nuestra capacidad de adaptación y de respuesta a un medio cambiante. Nos toca vivir con el estrés y gestionarlo, en este ajuste organismo-medio a veces nos perdemos o nos encontramos, ambas realidades se viven distintas en nuestra dimensión emocional, corporal y mental, es diferente la sensación de fatiga, de no llegar, de estar irritable, de pensar sólo en lo difícil o en lo que me falta, que sentir la propia energía y fuerza, la alegría por estar vivo, compartir lo bueno que me está pasando en la vida y pensar en lo bueno que vendrá. Ambos modos de vida implican estar más o menos conectado con uno mismo, llamamos perderse a uno mismo, a la primera realidad, en la que estamos más en contacto con lo de afuera que a nuestros deseos, necesidades y anhelos.

Ante el devenir cotidianos emerge la necesidad de un alto en nuestra desbordada agenda para poderte  “tomar un café contigo mismo”. Este café terapéutico es un espacio de diálogo interno que tenemos que planificar, es decir y enfatizo escribir en nuestra agenda,  para darnos un encuentro con nosotros mismos.

Para empezar este diálogo conmigo mismo en el cual reconozco como vivo lo que vivo, sugiero estas cuestiones para aprovechar este encuentro

Me nacen 5 cuestiones importantes a hacerse y ya después de hacérmelas dejar que me surjan ideas o proyectos sin irlos a buscar, estar con las preguntas y con la intención de contestarlas sin forzarse. Recuerda que en este café se busca por un lado un reenergetizarse orgánico, descansar y cargarse de energía, y por otro lado reconocer hacia donde dirijo mi vitalidad y mi energía.

1. ¿Qué quiero para mi vida?

2. ¿Qué no deseo para mi vida?

3. De aquello que ahora yo sé que quiero para mi vida, ¿qué esfuerzo estoy dispuesto
a realiza en pos de mis metas y objetivos?

4. ¿Que no estoy haciendo que podría hacer?

5. ¿De quién o quiénes me estoy olvidando?

Estas sugerencias nos permiten vislumbrar el tablero de mi vida y ver que piezas deseo mantener o reubicar para poder encontrar mi sensación de vida.

A más estrés más necesarios son estos cafés, o en momentos en que nos sentimos superados por los sucesos a los cuales nos vemos obligados a resolver, hacer un alto en la actividad cotidiana se impone para hallar caminos alternativos que nos permitan recuperar nuestra calidad de vida. Asimismo este café terapéutico no es necesario sólo realizarlo en etapas de estrés, lo podemos incorporar en nuestra agenda semanal, como quien incorpora un partido de tenis semanal. De hecho el espacio terapéutico cumple esta función de stop y autorevisión acompañado por un orientador de encuentros con uno mismo, y la terapia no sólo está diseñada para las crisis sino también para vivir + y mejor.

El objetivo primero y último de cualquier encuentro con uno mismo es terminar con nuestra guerra interna que nos conduce a gastar inútilmente nuestra energía y se convierte a veces es una forma de vivir, y poder aliarse con lo que uno es con nuestra potencia y nuestro autorespeto para poder disfrutar del vivir con nuestros sueños y aspiraciones.

Alimenta las condiciones para que las respuestas vengan y para estar contigo mismo, cambia de cafetería o de bebida, lo importante es que estés contigo.

 

Jordi Gil Martín

Co-Director Gestalt Salut Psicoterapia (www.gestaltsalut.com) y autor de los libros "Quiérete más, quiérete mejor" y "Decide cómo vivir tu vida".